miércoles, 17 de septiembre de 2014

Violeta-viola



  • Las violetas son plantas herbáceas, rizomatosas y perennes. Hay de distintos tamaños y, las más pequeñas, son apropiadas y apreciadas como plantas de acento en bonsái. La de la foto que sigue, es una violeta pyrenaica. Al ser tan diminuta, permite plantar aislada en tiestos tan pequeños como el de la foto y también como componente de un kusamono de varias plantas. Las mejores para esta presentación son las de hojas arrosetadas en la base, pues también las hay enanas de crecimiento rastrero, como viola kitaibeliana, y estas, suelen hacer entrenudos largos.
  • Se reproducen por semilla, aunque también suelen hacer estolones que arraigan en el suelo mediante la emisión de raíz adventicia y se pueden dividir en otoño o primavera para obtener plantas hijas, aunque para garantizar la floración, lo mejor es reproducirlas desde semilla cada año. Se pueden sembrar en otroño o primavera (mejor en otoño) y esa plantita desde semilla, florecerá al segundo año. Una vez han florecido, la mayoría se dedican a hacer cápsulas de semillas sin florecer.

                                         
  • Detalle de la flor. Las flores de todas las violetas son de cinco pétalos, con sus dos pétalos hacia arriba y tres hacia abajo (mitad inferior), típico de las violetas. Los pensamientos, que son todos híbridos o cruces (mistus) de viola tricolor, tienen la flor más simétrica, plana y zigomorfa.

    Son flores hermafroditas, de cinco estambres con sus sacos polínicos que representan al genero masculino, y un gineceo que representa al femenino. Del pétalo más grande, que es el inferior, se desarrollla hacia atrás el espolón (saco nectarifero).  

      
          
    Estolones de viola odorata que cuelgan al estar la planta madre en maceta


  • Si colocamos el estolón sobre una superficie de tierra (sustrato) enraizará con mucha facilidad. Si se separan de la planta madre y se plantan estos estolenos individualmente en macetas (a modo de esqueje) también enraizarán con mucha facilidad.

  • El fruto es una cápsula que contienes las semillas en tres valvas naviculares engrosadas en su quilla (zona placentaria). Las semillas pueden ir dispuestas en una (como muestra la foto inferior derecha), dos o tres filas.
  • En la foto de la izquierda, una cápsula a punto de abrir (dehiscencia) de viola confusa, subsp. nagasakiensis, que lo hará por explosión o no dependiendo de la especie,  forma y época de maduración
  • En la foto de la derecha, vemos una cápsula abierta de viola somchetica que contenía 5 semillas por valva, de las cuales ya ha expulsado una de cada extremo de dos valvas  y las cuatro interiores de la otra.



 

  •  Semillas de viola odorata con 3 filas de semillas por valva. El color de las semillas, en general para todas las especies,  va desde el castaño oscuro hasta el amarillo claro (color paja).


  • Semillas de viola somchetica con referencia de tamaño. El tamaño de las semillas, por lo general,  suele ser este de la foto e incluso la mitad en muchas  variedades, aunque como en todo, las hay de muy reducido tamaño. Yo personalmente, lo más pequeño que he visto son las de viola chirita (casi polvo), aunque me queda por ver las de viola fuscoviolacea (la violeta más pequeña del planeta Tierra).


  • Semillas de viola odorata iniciando la germinación, donde se aprecia perfectamente la radícula formada desde un embrión recto, bastante grueso y de cotiledones plano-convexos. La mayoría de las semillas de violeta necesitan que seque el suelo entre riegos para poder germinar, yo las siembro en una mezcla de akadama y pómez al 50% cubriéndolas con la misma mezcla (cribada muy fina) entre 1,5 ó 2,0 veces su grosor. El riego, con lluvia muy fina para no levantar el suelo, expuestas en la superficie, también les cuesta mucho germinar. Si se siembran en sustrato que retenga constantemente la humedas (fibra de coco, vermiculita, etc), la mayoría de las especies no germinan.



  • Viola rupestris, otra diminuta muy apreciada como planta de acento. Es muy parecida a viola pyrenaica. Se distinguen porque rupestris tiene el espolón ancho en forma de saco (sacciforme) de color violeta mas pálido que los pétalos, mientras que pyrenaica tiene el espolón corto y agudo. Aún siendo las dos de alta montaña (piso alpino y subalpino), también el hábitat es distinto: rupestris es de prados pedregosos y laderas desnudas y/o erosionadas preferentemente calizos, mientas que pyrenaica es de lugares umbríos y húmedos.
  • Está muy distribuida geográficamente ya que es euroasiática. En Europa la parte occidental, incluidas las islas UK; en la Península Ibérica, también es pluriregional. Existe una subespecie (viola rupestris, subsp. relicta) que es un endemismo de la laponia finlandesa, donde se encuentra protegida y en peligro de extinción.
  • Como se puede apreciar en la foto de detalle ya ha expulsado las semillas para favorecer la autosiembra por diseminación. Para recolectar las semillas hay que estar muy pendiente de la evolución de las cápsulas y saber cuál es el momento para cosechar las cápsulas, pues abren repentinamente de un día para otro y, si lo hacen manteniendo las semillas en las valvas pues aún estamos a tiempo y es el momento optimo de la semilla, pero si lo hace por explosión ya hemos llegado tarde.
  • Viola kitaibeliana, subsp. minima. Está distribuida por toda la península ibérica excepto en la cornisa cantábrica. Tampoco se encuentra en las Islas Baleares.


  • Viola variegata, var. variegata. Otra de flor muy pequeña y vistosa apropiada para planta de acento y/o kusamono. Debe su nombre al color de las hojas matizadas que se asemejan a las del cyclamen, el envés de la hoja es de color púrpura. Se encuentra distribuida en China y Korea. Es planta vivaz, con lo cual, cuando llega el invierno sus hojas se secan y llegan a desaparecer, dando la sensación que se ha muerto la planta, pero su rizoma sigue vivo y cuando llega la primavera brota de nuevo.
  • Se diferencia de viola variegata, var. nipponica en que el haz de la hoja de var. nipponioca es uniforme, verde oscuro, aunque también el envés de color púrpura. También en que nipponica es un endemismo del centro-norte de Japón.